Sería muy aburrido,
permanecer estoico,
sin nada que sufrir,
ni nada que anhelar.
Ese sentimiento
le da razón al movimiento.
De la vida, del vivir
plenamente el regimiento.
¿O era del momento?
¡Pero que intrigante es!
La esencia de la vida,
no se concibe el bien,
si no existe el mal.
No apreciaríamos la luz,
si no hubiera oscuridad.
No notaríamos lo que está bien,
si no se hiciera el mal…
¡Qué barbaridad!
Pero es la realidad;
¿cómo sabríamos lo que es sentirse feliz?
Si el dolor dejara de vivir
en lo profundo de nuestro ser,
en este intenso amanecer.
Creo, pienso, que el sentirse pleno
es gracias al saber
lo que es sentirse roto.
¡¿Cómo si no?!
Son dos lados de una moneda
y todo tiene un opuesto.
Como la materia y la antimateria,
el dulce y lo salado,
lo seco y lo mojado,
la presteza y la pereza,
el Ser valiente y el cobarde.
Todo tiene una contraparte.
¡Qué aburrido seria si todo fuera perfecto!
Es como este escrito
si no tuviera rima.
Y aunque, quizás, lo leerías,
no sería la misma dicha.
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