Todo está mal. La mente es mi peor enemiga. No puedo concentrarme, ni dejar de molestarme. La ira y la tristeza acompañan mis días…por turnos. Pensamientos depresivos se cuelan, hacen de las suyas, progresan. El corazón se acongoja de tanta derrota. Caos total es lo único que a mi lado puedo encontrar. La falta de sensibilidad, de afecto y esperanza hacen mella en el alma. Me siento rota. Cautiva. Asfixiada. Nada fluye, y todo influye. Es como un veneno que ataca mi mente, enturbia las metas y ataca los sueños. El futuro cercano se ve tan oscuro y tirante. Parece distorsionado, no hay nada claro. El miedo se apodera de mí. No sé si pueda sobrevivir. Los ojos se empañan a diario y hablar es un milagro. El odio atenaza los sentidos y hace en mi cuerpo un buen nido. Acompañado del rencor y la falta de razón. No veo final aparente; no existe un bálsamo que cure tanta desolación. No puedo oír ni una sola voz que me guié fuera de este camino colmado de aflicción.
Photo by Luis Galvez on Unsplash |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario