— ¿Cuál?—ustedes preguntarán.
— ¡El que sea, no hace ninguna diferencia!—responderé yo.
Buscas y buscas, ¿sabes acaso lo que tu interior desea?
Escudriñas el camino pero este serpentea por el abismo.
¿Estás listo para caer?
No importa que tanto lo requieras, muchas veces ansías algo
pero no lo conoces, solo te dejas llevar por la inconsistente razón de que hay
algo más.
Pero detente.
No lo haces bien.
Visualiza el camino, traza la meta, contabiliza el tiempo
con una canción y echa a andar siguiendo al corazón.
Ten cuidado, puede acechar uno que otro felino, son
engañosos, sigue el instinto.
No dejes que lo extraño te extrañe, sé tú el portador de la
extrañeza, guía tú vida con delicadeza. No tienes que ser normal, estándar o
corriente; no eres una medida, eres mucho más de lo que la gente dicta.
Crea tu propio reglamento: diseña, esboza y lleva a la
realidad lo que tu alma profesa.
Así sabrás lo que persigues y tendrás un infierno menos al cual
dirigirte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario